viernes, 4 de julio de 2014

El guerrero y el mago (parte 8)

Las aguas del Titicaca siguen tranquilas y el domo dorado brillante sigue iluminando el lugar. El Coronel ha terminado de evaluar todo el terreno y sigue examinando la superficie, sin embargo, algo parece tenerlo intrigado.

—Alguien tómese un momento para explicar de dónde vienen esas criaturas, por qué estaban aquí y cómo hacen para llegar—comenta con una voz serie mientras gira a sus compañeros.

Apu Cápac entonces se pone de pie. Parece ya estar descansado.

—Este mundo—dice mientras se para a su lado y señala el agua con su cayado—, todo lo que ves, es el reflejo de otros mundos. Cada cual variando como puede variar lo que observas en el agua dependiendo de tu posición.
—Hablas de una Tierra alterno, ¿verdad? —le corta El Coronel—. ¿Son de un mundo paralelo al nuestro?
—Esa es una forma de decirlo—admite Apu Cápac algo sorprendido—. Veo que el concepto no te es…
—Mis sobrinos ven una serie que en un episodio trató de ese tema—admite el militar—. Cuando cuidas a unos niños regularmente, terminas absorbiendo algo de ellos.
—Sí, respecto al por qué están aquí. Hace algunos años descubrieron un método para acceder a los otros mundos. Junto con mi predecesor logramos hacer contacto con un grupo de exploración. Su líder se llamaba Atanud. Nos explicó que su mundo estaba en una crisis, la contaminación, la sobrepoblación y la escasez de alimentos y agua limpia había dejado a su planeta al borde del colapso. Acordamos ayudarlos. Les dimos muestras de nuestras plantas y especies animales, esperando que pudieran prosperar en su mundo. Sin embargo, todo parece haber ido muy mal y ahora quieren tomar nuestro mundo por la fuerza—el mago luce algo preocupado—. Pensé que Atanud lo lograría. Supongo que fue tarde.
—O quizás querían que fallara y no les gustó que no fuera así.
— ¿Qué quieres decir?
—Que quizás apoyaron su empresa en un inicio porque no creyeron que lo lograría. Posiblemente esperaban que su fracaso les diera la carta blanca para tomar medidas extremas. Pero cuando se dieron cuenta de que estaba funcionando, muy probablemente ganando el apoyo de la gente en el proceso se dieron cuenta de que no podrían ejecutar su plan.
— ¿Sabotear la supervivencia de su propia especie?
—No dudo que la forma en la que tu amigo batracio quería resolver el problema en su mundo era buena, pero hubiera tomado tiempo. De seguro ellos querían resultados inmediatos.
—Vale la pena esperar para ciertas cosas.
— ¿Y qué hacer mientras tanto? ¿Dejar que el mundo arda a tu alrededor? Hay veces donde es necesario ser decisivo y entrar a la acción.
—Entiendo que tu gente sea de ese pensar.
— ¿Mi gente? —El Coronel parece un poco irritado.
—Me refería a militares—se apresura a responder el mago al darse cuenta de cómo lo ha interpretado su compañero—. Buscan siempre soluciones rápidas, sobre la marcha, en momentos de crisis.
—No, no siempre. También pensamos a largo plazo. No nos empaquetes a todos en la misma caja. Yo no ando diciendo que los magos sean unos idealistas sin remedio.
—No somos todos así, entiendo tu punto.
—Es un progreso, ahora, ¿cómo funciona lo de ir a otros mundos?

Apu Cápac se limita a tocar la superficie del agua, calma hasta ese momento, con la punta de su cayado. Hay una ligera ondulación.

—Ellos tienen algo en su magia que conecta a su mundo con el nuestro mediante cuerpos de agua. No tengo idea de por qué exactamente este punto es el que lo conecta, pero está aquí. Allí, para ser exactos. —Señala un punto adelante, la ondulación choca contra lo que parece ser un círculo invisible en el agua—. Es relativamente grande.

El Coronel luce algo confundido. Alza el vuelo y se desplaza hasta ese punto con suavidad. El círculo que evitar la ondulación tiene al menos 25 metros de diámetro hasta donde puede percibir. Regresa con el mago de inmediato.

— ¿Y no puede cerrarse? —pregunta él con calma mientras aterriza junto a Apu Cápac.
—Ya lo he intentado, pero todo parece indicar que algo al otro lado evita que se cierre. Deben estar invirtiendo muchos recursos sólo en mantenerlo abierto. Y aún no vienen.
—Entonces, ¿cómo lo cierras?
—Tendría que hacerlo desde el otro lado. Lo cual, creo yo, es lo que están esperando.
—Porque sería un suicidio. Quieren que vayamos allá.
—Sería un viaje de ida. Tendríamos que eliminar lo que sea les permite viajar entre mundo y eso nos dejaría varados allá.

Sólo queda silencio por un momento. Interrumpido de pronto por un grito de júbilo.

— ¡Al fin! —exclama Uros mientras camina de la tierra ya sin círculo brillante. Hacia sus compañeros—. Ya estoy listo para lo que viene. —Choca ambas palmas—. ¿Qué tenemos que hacer?
—Resistir aquí a la eventual oleada que llegará o ir con ellos y sellar la puerta desde el otro lado, atrapándonos en el proceso—resume El Coronel.
—Vendrán—dice Apu Cápac—. Saben que si reunimos más gente, no podrán ganar. Intentarán derrotarnos y luego, traerán a toda su fuerza para detenernos.
— Bien, no entiendo de que va, pero ¿no hay alternativas para cerrar esto? —pregunta Uros.
—Es cierto—admite El Coronel—. Dices que el agua es parte del método que usan para cruzar, ¿qué pasa si la eliminas de este lado?
—Aun quedaría la de su lado—explica el mago—. El portal seguiría allí.
—Bueno, entonces sólo nos queda luchar—comenta el militar—. Como en los viejos tiempos.
—Nunca me gustó mucho luchar—admite Uros al Coronel—. Todas esas veces que peleé contigo, sólo fue por defender mis fronteras.
—Tampoco fue personal, era lo que me ordenaron.
—Pero sé que aquí, Apu Cápac fue quien te dio mayor pelea.
—Más que pelea fue hacer un domo como este, anular las armas de los soldados y soportar mis ataques hasta que no pudimos pelear más—comenta El Coronel.
—Suena a que le gano de todos modos, Coronel.
— ¿Y qué haces tú con tu vida ahora, Uros? —replica el aludido—. ¿Arar campos?
—Al menos una niña no me dejó hospitalizado—comenta Uros algo despectivamente.
—Alto los dos—interviene Apu Cápac al notar como la hostilidad está por aparecer—. No estamos aquí para luchar entre nosotros.
—Es cierto—dice Uros.
—Te doy la razón—admite El Coronel—. Debemos plantear una estrategia. Y yo tengo una en mente.

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Notarán que hay algunas fricciones aún entre estos sujetos, pero que las pueden dejar de lado por el bien mayor. Esa es la clave de un equipo y esto está por ponerse más grande.

Pido disculpas por atrasarme, procuraré tener la siguiente parte lista desde antes.

Nos leemos...

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