miércoles, 29 de octubre de 2014

Los Señores de la Guerra (parte 3)

¡Yuju! ¡Es miércoles! Es practicamente mitad de la semana y momento de poner algo interesante mientras más nos acercamos a Halloween. Y lo que tenemos hoy la historia del tercer Señor de la Guerra: Durotan.


Ok, a estas alturas ya deben de saber que primero deberían ver el video pues lo que sigue es básicamente un spoiler tras otro, pero, por precaución...

¡ALERTA DE SPOILER! ¡MIREN EL VIDEO PRIMERO! (Y tengan un pañuelo si creen que podrían necesitarlo)
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Esta historia es triste...

Es sencilla y llanamente triste...

Apenas leí el nombre de Durotan supe que sería una historia interesante de ver pues se trata del padre de uno de mis personajes favoritos en el juego: Thrall, un poderoso chamán orco que lidera a la horda en los juegos.

En fin, de vuelta con Durotan. La historia empieza cuando la madre del joven orco es mordida por lagarto y queda en lo que parece ser un coma profundo del cual podría o no despertar. La discusión que prosigue revela lo corto de carácter que es el joven Durotan, a pesar de pertenecer a un clan que se precia de controlar sus emociones. Y sí, es interesante ver que existe un clan así en una especie que es muy conocida por ser salvaje y brutal. Saber que existen elementos de su sociedad que son más autocontrolados es un dato interesante.

El nudo es interesante, Durotan y su fiel lobo, Colmitormenta, se quedan a vigilar la madre del primero, dejados atrás por el resto. Vemos llegar al primer lobo y, aunque lo derrotan, saben que pronto estarán rodeados de una manada entera.

Todo el climax es brutal. La forma en la que las imágenes se ven tan dinámicas es digna de apreciar. Vemos allí a Durotan perder por completo el control, se ve cegado por la ira y acabar con todos los animales... sólo la voz de su madre lo saca de ese frenesí. Es entonces que finalmente ve lo que ha hecho: sangre en sus manos y el cadáver de su fiel compañero, el lobo, frente a él. Lo que su madre le dice luego no hace las cosas mejor: "Habría preferido morir a ver a mi hijo convertirse en un monstruo".

El hecho de que Durotan eligiera usar la piel de Colmitormenta es genial, quizás algo pertubador para algunos, pero a mí me parece la mejor manera de recordar lo que puede pasar cuando nos dejamos cegar por la ira... una lección que el Jefe de Guerra nunca olvidaría.

Nos leemos...

sábado, 25 de octubre de 2014

Los Señores de la Guerra (parte 2)

Y siguiendo con la mini (¿micro?) serie de Los Señores de la Guerra, tenemos hoy una historia genial sobre el segundo líder: Grommash.



¡ALERTA DE SPOILERS! VEAN EL VIDEO (De nuevo, no dura más de seis minutos, creo que podrían tomarse el tiempo)

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La historia de Grommash es una genial. Ya desde que empiezan a narrarla nos percatamos de que está en una situación precaria, atado a un tronco de árbol en medio del desierto con el líder ogro frente a él. Me agrada la forma en la que alternan la historia de cómo llegó a ese momento junto con los días que pasa atado al árbol seco.

El antagonista es interesante. Los ogros tienen la fama de ser idiotas, pero este es bastante refinado y un experto en quebrar a sus víctimas. Podemos ver la forma en la que intenta desmoralizar a su víctima en cada día que lo visita. Se nota que disfruta cada momento y que no es la primera vez que hace esto. Sólo quiere una cosa: la satisfacción de que su víctim le pida morir.

Grommash por su lado también tiene sus momentos geniales. Seguro el momento más intenso es aquel en el que está junto a Golka (su pareja) y ésta le pide morir como guerrera (con el acero) cosa que él se rehusa en cumplir. Quizás su reacción parezca extrema, pero, según lo entiendo, Grommash no se ofendió porque ella fuera a morir sino por el hecho de que ella, al igual que sus otros guerreros, se había rendido. "Un grito de Guerra escupe en la cara de la muerte", es lo que él dice. Y cuando volvemos a la segunda ocasión de él atado al árbol, ya másdelgado y débil, nos damos cuenta que él sí es consecuente. No piensa pedir la muerte.

El clímax es estupendo. No podemos culpar al jefe ogro por realmente creer que lo había logrado. Grommash estaba tan raquítico además de que, tal y como le dijo, en ese momento no le quedaba nada. El ogro tenía más de una razón para estar seguro de que Grommash por fin se había dado por vencido y que pediría que lo matara. Tan confiado está que se acerca a él, acerca su oído a la boca de Grommash esperando oír las palabras que tanto anhela sin darse cuenta que ese es el plan del orco.

"Este lobo... este lobo aún tiene... ¡DIENTES!", son las palabras de Grommash antes de morderle el cuello y matarlo. Sin duda no fue problema para él deslizarse fuera de las cuerdas con lo flaco que estaba, ni recuperar sus fuerzas comiendo el cadáver del jefe ogro. Dicen que basta una gran historia para crear una leyenda... Ese día Grommash Grito Infernal creó la suya, la leyende del Jefe de Guerra con la voluntad de hierro.

Nos leemos...

miércoles, 22 de octubre de 2014

Los Señores de la Guerra (parte 1)

No, no es una historia que he creado es, en realidad, un pequeño análisis a cada uno de los video de la miniserie (incluso la llamaría Micro-Serie) Los Señores de la Guerra.

Creada previo al estreno del último juego de World of Warcraft, esta serie de videos nos aclaran el origen de cada uno de los jefes de la temida Horda de Hierro, un grupo de orcos que vienen de un pasado alterno luego de que uno de ellos (hijo de uno de los líderes) regresara a cambiar la historia, lo cual ha creado un mundo alterno, pero con la Horda buscando invadir el futuro usando armas y tecnología muy avanzadas para su época.

Dejando de lado ese confuso (y algo interesante para un mundo de fantasía épica) punto de lado, empezamos con el que, en lo personal, es uno de mis relatos favoritos:


¡ALERTA DE SPOILERS! VEAN EL VIDEO (en serio, está aquí mismo y no dura más de seis minutos)

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Esta es mi historia favorita entre los Señores de Guerra, en serio. Tiene todo lo que me agrada de una historia. Primero, un protagonista que vive una vida difícil, y cómo no, es un esclavo. Lo vemos debatirse con el grillete en su mano izquierda para alcanzar una roca. Hace un esfuerzo tan grande, pero se nota lo dificil del acto. Se nota su impotencia y cólera. Debe haber otra salida.

Entonces se presenta la esperanza de una promesa. En este caso, matar a otros cien orcos en un combate en la arena en un torneo de gladiadores. Vemos al protagonista rompiéndose el alma para lograr el objetivo (aunque la animación lo hace ver como que le fue algo sencillo) y, contra todo pronóstico, logra superar el reto. Ha ganado su recompensa... y todo resulta ser mentira. ¡Giro inesperado! (Ok, no tan inesperado si sabes que los ogros son unos malditos que nunca cumplen su palabra).

Es lo que sucede en el clímax lo genial. ya habíamos visto en un inicio a Kargath luchar por agarrar esa roca, sabemos que está fuera de su alcance, pero es el momento de dar el todo por el todo. El orco no sólo logra agarrar la piedra sino que toma la determinación de nunca más ser un esclavo. Es entonces que se da cuenta de que la piedra no podrá romper el acero, pero sí destrozar la carne. Es un momento intenso y brillantemente representado sin mostrar demasiada sangre, sabemos lo que hace para liberarse y vemos el resultado final. Kargath es libre y apenas se pone en pie para retirarse, vemos a los demás orcos salir de la oscuridad, viéndolo, sin duda lo que acaban de presenciar es algo que nunca esperaron ver.

Kargath no sólo consigue su libertad sino la de todos sus compañeros. Todos destrozando sus manos para liberarse. Sé lo que pensarán: que después del tercer o cuarto orco que se hubo liberado no era necesario que el resto se cortara la mano. Pero luego noté que esa mano era el símbolo de su esclavitud, esa mano era la que tenían atada a los grilletes que los mantenían prisioneros. Cortándolas, desponjándose de ellas compraron su libertad y se aseguraron que no serían los esclavos de nadie.

Y eso, amigos, es un mensaje poderoso. Y tan sólo es el primer Señor de la Guerra. El segundo es una historia igual de intensa.

Nos leemos...