martes, 14 de septiembre de 2010

Y tras una larga... (1 año para ser exactos...) Temporada sin escribir le doy fin a esta historia... Me disculpo con mis lectores si han esperado mucho por esta conclusión y de no haberlos, entonces den gracias a la hora que entraron y pudieron leer la historia completa...

Arco: El Asesino
Parte 4:

-De hecho, él va a matarlos, yo no.

El secuaz se aparta de allí y se recuesta en una pared. Entre asustado e indeciso. El asesino extrae su arma y apunta a ambos chicos.

-Pero, ¿por qué?-replica César.

-Porque eres la competencia y no me gusta la competencia.-dice el asesino amartillando el arma-Así que, adiós. Suertudo…

El asesino dispara otra ráfaga de balas que César esquiva como lo hizo antes, varias ventanas se rompen y algunas alacenas son dañadas. César aparta a Susan y coge el cuchillo que ella había dejado y lo blande hacia su oponente que le apunta de todos modos.

-¿Sabes?-replica el secuaz.-Si fueras más listo le dispararías a la chica que no tiene como defenderse…

-Iba a hacer eso, imbécil…-dice el asesino apuntando su arma.

Antes de que cualquiera pueda reaccionar el asesino dispara unas 4 balas y entonces Susan hace el movimiento instintivo de cubrirse la cabeza con los brazos. Todos lucen sorprendidos, César grita: “No”, el secuaz no dice nada, pero el asesino se queda estupefacto. Cuando ella se percata, ha detenido las balas en el aire.

Aunque sorprendido al principio, el asesino sonríe maliciosamente.

-Genial.-dice mientras recarga el arma-Dos por el precio de uno.

Apunta su arma una vez más, pero Susan con un movimiento logra arrancársela de las manos estrellándola en la alacena y luego caer al piso. Ella misma parece sorprendida de lo que ha hecho.

-¡Rayos!

Acto seguido desaparece, con una suave corriente de aire que se desplaza a dónde estuvo hace un instante. Aprovechando esta distracción César arroja el cuchillo al secuaz que seguía recostado viendo todo.

-¿Por qué me atacas?-dice mientras resbala por el muro hasta caer sentado al piso-Yo no era un peligro para ti… él sí… Detenlo… tú y tu hermana… juntos pueden… Tu suerte, su poder…

Cae al piso de costado, sus ojos se cierran y la sangre empieza a extenderse por el piso. Ambos chicos lucen sorprendidos. Súbitamente en un pequeña corriente de aire aparece el asesino arrodillado sobre él y saca el cuchillo.

-Da igual, era un inútil…

Acto seguido desaparece de nuevo…

-¿Adónde fue?-dice Susan acercándose a su hermano.
-No lo sé…-responde César-Podría aparecer en cualquier parte…

Justo cuando dice las siguientes palabras el asesino aparece tras él.

-…en cualquier momento…
-¡Cuidado!

Susan extiende su mano y hace que el asesino se quede suspendido en el aire. Su hermano salta por el arma, pero para cuando apunta y dispara el asesino se vuelve a desaparecer y la bala pasa a través del aire.

César mira en todas direcciones…

-¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos?

Mira al secuaz caído y algo parece venir a su mente.

-Bien-dice César mientras apunta el arma a un punto sobre su hombro derecho-A la suerte…

En el momento en que César dispara el asesino aparecía dispuesto a acuchillarlo. Susan se aparta cuando el cuerpo del asesino cae al piso. El asesino parece concentrarse, pero aunque su forma se hace momentáneamente difusa, no parece poder desaparecer. César le apunta con el arma a la cara.

-Podrás matarme hoy, pero muchos más vendrán…-dice el asesino con dolor en su rostro.-No podrás tener suerte siempre… Alguno de los otros te encontrará…

El arma queda a escasos centímetros de la frente del asesino

-Eso no me importa…-dice César-Será la supervivencia del más apto.

Todo se vuelve oscuro y sólo se oye un ruidoso ¡BANG!

¿El fin? Pues, nunca se puede saber...

Nos leemos...